Como ya sabemos, el autoconsumo energético permite a los usuarios generar su propia energía con fuentes de energías renovables, reduciendo el consumo desde la red eléctrica.

La bajada de precios que ha experimentado en los últimos años la tecnología fotovoltaica, permite hoy en día generar energía a un precio inferior al de compra de la red eléctrica. A modo de ejemplo, el coste de la energía generada por una instalación fotovoltaica en un emplazamiento como Madrid, con una irradiancia media anual equivalente a 1.800 HSP (Horas Solares Pico) es de 0,05 €/kWh*. (*Para calcular ese coste de la energía se ha considerado que toda la energía generada se consume y se han usado los siguientes datos genéricos: vida útil de la instalación = 20 años; coste de la instalación = 1,5 €/Wp; performance ratio = 0,8).

Saclima Solar Fotovoltaica

Capacidad solar fotovoltaica global – Fuente: www.ren21.net

Pero, ¿cómo podemos aprovechar esta oportunidad que nos brinda la energía solar fotovoltaica en nuestro país? Para conseguirlo, existen dos vías para legalizar una instalación de autoconsumo:

1a) A través del Real Decreto 1699/2011 (para instalaciones de autoconsumo con vertido de excedentes de energía a la red eléctrica) o;

2a) a través de la Instrucción Técnica Complementaria 40 del Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión (para instalaciones de autoconsumo sin inyección de excedentes a la red).

La segunda opción, también conocida como autoconsumo instantáneo, permite legalizar la instalación fotovoltaica simplificando el número de trámites administrativos a realizar y ya se admite en diferentes Comunidades Autónomas como, por ejemplo, Madrid, Cataluña, Navarra y País Vasco.

Para realizar instalaciones fotovoltaicas que garanticen la no inyección de corriente en la red eléctrica, la generación fotovoltaica debe ser siempre menor o igual al consumo. Dado que las cargas de la instalación y, por tanto, su consumo varían en el tiempo, para garantizar esta condición es necesario instalar un analizador de potencia en el punto de interconexión de la instalación (fotovoltaica + consumo) y un elemento de control que determine la potencia máxima que pueden inyectar los inversores en cada momento, según la potencia demandada por la carga. Con tal fin, encontramos casos como el de Ingeteam, que ha desarrollado el controlador INGECON EMS Manager. Este controlador está homologado con toda la familia de inversores fotovoltaicos de la marca, lo que permite realizar instalaciones de autoconsumo instantáneo desde los 2,5 kW hasta 1 MW.

Saclima Solar Fotovoltaica

Esquema instalación autoconsumo instantáneo – Fuente: Ingeteam

Por otro lado, para instalaciones de hasta 20 kW con un único inversor, Ingeteam ha implementado las funciones del controlador externo dentro del propio inversor, reduciendo el número de elementos necesarios en la instalación y, por lo tanto, su coste. Así, el inversor lee directamente el valor proporcionado por el analizador de potencia y es el propio inversor el que regula la producción de energía solar, adecuándola a la demanda de los consumos. Este sistema puede implementarse en instalaciones domésticas e industriales, con inversores tanto monofásicos como trifásicos (Lite, 1Play o 3Play).

 

Esquema Autoconsumo Ingeteam 2

Esquema instalación autoconsumo instantáneo con controlador integrado – Fuente: Ingeteam

Ambas soluciones se utilizan en numerosas instalaciones de autoconsumo realizadas ya en España. Las siguientes imágenes muestran ejemplos de algunas de ellas, así como gráficas de producción obtenidas con la herramienta de monitorización INGECON EMS Tools.

 

Ingeteam Autoconsumo 3

Instalación industrial trifásica con EMS Manager y 18 (3×6) inversores monofásicos INGECON SUN Lite. Potencia fotovoltaica 100kW. Comunidad de Madrid.
Saclima Solar Fotovoltaica
Instalación residencial con inversor monofásico INGECON SUN Lite 3kW. Navarra.

 

Como se puede apreciar en ambos casos, la inyección de energía de origen solar en la red de distribución es nula, y todo lo que genera el inversor fotovoltaico es consumido en la propia instalación.

La diferencia fundamental, en este caso, radica en que la residencia unifamiliar no tiene tanto consumo como para aprovechar todo el recurso solar, mientras que la instalación industrial presenta un consumo eléctrico tan elevado que se consume absolutamente todo lo que se genera. En el caso doméstico, el sistema de autolimitación de potencia implantado en el inversor fotovoltaico para que ajuste su producción exactamente a la demanda de los consumos, está en funcionamiento casi constantemente.

A la hora de dimensionar la potencia fotovoltaica es importante conocer los consumos para no sobredimensionar la instalación, ya que si posteriormente se va a limitar fuertemente la potencia generada, el tiempo de amortización de la inversión se alargará. En aquellas instalaciones con un perfil de consumo mayoritariamente diurno o constante a lo largo del día, como las instalaciones industriales, se puede instalar una mayor potencia fotovoltaica lográndose un mayor ratio de autoconsumo (energía generada por la instalación fotovoltaica / energía total consumida por las cargas).

¿Necesitas más información sobre los equipos utilizados en este tipo de instalaciones? Haz clic aquí para conocer los inversores de conexión a red de Ingeteam.